Otitis Externa en Gatos
La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo, que es la parte que se localiza entre el pabellón auricular y el tímpano. En algunos casos también se ve afectado el pabellón auricular. Es un trastorno frecuente que afecta a perros y a gatos de todas las edades y razas. Sin embargo, los perros entre 5 y 8 años y los gatos entre 1 y 2 años son los afectados con más frecuencia.
Los gatos que suelen estar al aire libre tienen más riesgo de padecer enfermedades auriculares, por lo que es importante un control de los conductos auditivos externos periódicamente.
Durante el baño del animal también debemos prestar mucha atención, evitando la entrada de jabón, agua, champú o soluciones antiparasitarias externas ya que la entrada de estas sustancias puede predisponer a la aparición o recaída de una otitis. Para prevenir que estas sustancias entren en el oído del gato, coloca un tapón de algodón impregnado en vaselina liquida para obturar temporalmente el conducto.
Está demostrado que los casos de otitis externa se incrementan hacia primavera y verano, debido a la mayor temperatura y humedad en el ambiente.
¿Cómo saber si mi gato tiene otitis?
Síntomas de una otitis
- • Sacudidas de la cabeza.
- • Se rasca la zona afectada
- • Se frota las orejas.
- • Ladeo de la cabeza hacia el lado afectado.
- • Presencia de exudado, mal olor e incluso pérdida de audición.
Tratamiento de una otitis
Como ya hemos visto en varias ocasiones, lo primero que debemos hacer cuando nuestro gato esté enfermo es acudir a nuestro veterinario. Él se ocupará de nuestro gato de la mejor forma posible y hará todo lo necesario para acabar con la enfermedad.
De todas maneras las soluciones que puede darnos el veterinario pueden ir desde extracción del pelo o limpieza del oído con agentes ceruminolíticos hasta tratamiento quirúrgico: resección lateral del canal auditivo, ablación de la porción vertical o ablación completa del mismo. Se utiliza en determinados casos para facilitar el tratamiento: estrechamiento grave por hiperplasia y si hay tumores o pólipos.
Y recuerda, cuando antes atajemos la enfermedad más posibilidades tendremos de que el problema sea leve. Por ello la importancia de las revisiones mensuales.